Marco conceptual
Empleo típico: término utilizado para describir el trabajo realizado de forma típica (clásica), es decir:
- a tiempo completo (jornada completa);
- en un lugar designado, habitualmente un lugar fijo, que es una empresa, durante un período de tiempo determinado (horario de trabajo específico);
- bajo la estricta dirección del empresario, en equipo, cooperando con otras personas;
- con plena protección social en virtud de la legislación laboral.
Empleo atípico: lo contrario de la forma tradicional de trabajo. La utilización de condiciones de trabajo y su organización que se apartan de las normas propias del empleo típico, a saber:
- a tiempo parcial (por ejemplo, media jornada, un tercio de jornada completa);
- en un lugar de trabajo cambiante, que requiere movilidad, organizado de forma no convencional (virtual, a distancia, en el domicilio del trabajador);
- sin definición de un horario de trabajo concreto, basado en un sistema de tareas (proyectos);
- con autonomía y flexibilidad de acción, libertad para desempeñar las funciones laborales;
- de forma aislada, independiente, sin supervisión estrecha por parte del empresario;
- con omisión de algunos o todos los elementos de protección social establecidos por la legislación laboral.
IMPORTANTE
La legislación laboral actual se caracteriza por la flexibilidad, la individualización y la desregulación. Deben responder a los retos del mercado moderno, especialmente a la creciente competencia, globalización, modernidad, variabilidad e imprevisibilidad de los fenómenos.
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El aumento de la flexibilidad del empleo y la difusión de formas atípicas de trabajo se justifican por el hecho de que se están produciendo transformaciones repentinas que afectan al mercado laboral. Así lo demostró la pandemia del COVID-19, que generalizó repentinamente el trabajo a distancia. Otro ejemplo son las crisis económicas. Entonces el empleo se mantiene, pero con jornadas reducidas para no provocar un aumento del desempleo. Un reto contemporáneo es el desarrollo de las modernas tecnologías de comunicación, la transformación digital y la revolución industrial que está teniendo lugar, con el predominio del sector servicios, la automatización, la electrificación y la robotización. La cultura laboral tradicional basada en la jerarquía, la formalización y la asignación estricta de tareas está empezando a ir acompañada de formas de empleo atípicas asociadas al intercambio de conocimientos, la cooperación, la descentralización y la asignación de tareas.
Trabajador asalariado: es una persona en relación de dependencia con un empresario, que presta trabajo durante un determinado periodo, a cambio del cual recibe una remuneración fija y está protegida por la legislación laboral especial.
Empleado: es una persona que realiza una actividad productiva o de servicios (trabajo) para la otra parte sobre la base de un contrato en el que se definen los derechos y obligaciones mutuos, establecido de forma autónoma y correspondiente a los intereses de ambas partes.
Autónomo: es una persona que realiza una actividad económica individual por cuenta propia y bajo su propia responsabilidad, cooperando con una entidad y realizando las tareas que ésta le encomienda. En esencia, el autónomo actúa como un empleado, aunque formalmente sea un empresario.
Información: es la facilitación de datos por parte del empresario para permitir a los trabajadores, a través de sus representantes, familiarizarse con el tema y examinarlo.
Consulta: es el intercambio de opiniones y el establecimiento de un diálogo entre el empresario y los trabajadores representados por sus representantes.
Servicios: el término que designa un sector de actividad económica de naturaleza no productiva que implica la provisión de prestaciones o necesidades específicas; los servicios pueden ser públicos (por ejemplo, asistencia sanitaria, educación, seguridad comunitaria) o privados (prestados comercialmente).
Diálogo social: el conjunto de interacciones entre empresarios y trabajadores sobre cuestiones de relaciones laborales que tienen lugar a diferentes niveles (empresarial, regional, sectorial, nacional, internacional) y se llevan a cabo de diferentes maneras (por ejemplo, informando, consultando, acordando), adaptadas a la situación y las necesidades específicas de ambas partes. Es un proceso de interacción de carácter formal o informal destinado a alcanzar un consenso.