Tipos de trabajo atípico
Existen muchas formas atípicas de trabajo en los Estados miembros, que son difíciles de resumir en un catálogo coherente. Las diferencias en los sistemas jurídicos, las culturas organizativas, las condiciones económicas y las expectativas sociales son algunas de las razones por las que existe diversidad en el empleo. El concepto de atípico es una palabra de tendencia que engloba una serie de formas de trabajo que están surgiendo o ganando protagonismo como consecuencia de los cambios del mundo moderno: la globalización, el aumento de la competencia, el cambio tecnológico y la transformación económica. La pandemia del COVID-19 también ha provocado un aumento de la escala y el alcance de las nuevas formas de empleo. Muchas de ellas se apartan significativamente de la noción tradicional de trabajo.
Una cuestión clave es cómo las nuevas formas de empleo pueden ayudar a construir un mercado laboral más resistente e inclusivo. También se plantea cómo garantizar una protección social adecuada y unas condiciones de trabajo dignas, manteniendo al mismo tiempo la flexibilidad deseada y sin imponer soluciones que pasen deliberadamente por alto a los propios interesados.
IMPORTANTE
Resulta problemático determinar hasta qué punto el empleo atípico puede regularse de forma diferente sin que las condiciones laborales sean menos favorables para los trabajadores que los tipos de empleo más establecidos.
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El concepto de diversidad está relacionado con la cuestión del trabajo atípico y la identificación en términos de características y situación laboral de quienes lo realizan.
Este término implica la aceptación y promoción de la diversidad y, al mismo tiempo, la igualdad de oportunidades de empleo para todos los trabajadores, independientemente de lo que los distinga en la evaluación subjetiva (percepción) del empresario (por ejemplo, sexo, edad, discapacidad, nacionalidad, creencias). La idea rectora es crear condiciones de trabajo amigables, acordes con los principios de convivencia social, para incluir a todos y no excluir a nadie de grupo de empleados. La acción en favor de la igualdad de trato y la promoción de la diversidad social debe basarse en los valores de solidaridad, apertura, comprensión del otro, inclusión. Se supone que las políticas de diversidad facilitan la recuperación de la salud económica de la empresa y garantizan la competitividad, ya que un equipo heterogéneo que actúa de forma flexible, ad hoc, puede tener ideas interesantes e inusuales y formas innovadoras de ponerlas en práctica, y es más propenso al cambio. Así pues, la conclusión es que el empleo atípico y una plantilla diversa son factores que repercuten positivamente en la empresa y aumentan su eficacia. Hay que promoverlos, desarrollarlos, pero no explotarlos. Los empresarios no deben pensar en ellos en términos de satisfacción de sus propios intereses particulares.
La clasificación de las últimas formas de empleo características del mercado laboral del siglo XXI incluye:
- trabajo ocasional (casual work);
- trabajo en plataformas digitales (crowd employment);
- empleo compartido (employee sharing);
- puesto de trabajo compartido (job sharing);
- gestión interina (interim management);
- trabajo a distancia basado en las tecnologías de la información y la comunicación (ICT-mobile work);
- trabajo basado en vales (voucher-based work);
- trabajo de cartera (portfolio work);
- empleo colaborativo (collaborative employment).
La clasificación realizada por la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo (Eurofound) demuestra cómo están cambiando la economía y los procesos que la acompañan, forzando la creación de formas de trabajo hasta ahora desconocidas y características de la era postindustrial. Algunos tipos de empleo son muy distintos de la relación laboral clásica, mientras que otros se acercan a ella (Figura 1). Depende mucho de la naturaleza de la relación entre las partes y de las condiciones de empleo.
1. Trabajo ocasional
Una de las formas flexibles de empleo es el trabajo ocasional (casual work) entendido como un trabajo esporádico e irregular que no prevé la dedicación de tiempo del empleado. Depende de una serie de condiciones externas y se asigna cuando hay demanda. Incluye el trabajo de guardia, cuando un empresario pide a un empleado que realice tareas específicas cuando es necesario. El trabajo estacional se trata de forma similar, ya que su duración es corta, transitoria y depende de la temporada, el ciclo o el periodo aceptado. El trabajo ocasional lo realizan grupos específicos (por ejemplo, jóvenes, inmigrantes). Una proporción significativa de los que trabajan lo consideran un medio adicional de obtener ingresos.
2. Trabajo en plataformas digitales
Con el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación, el uso de Internet y la aparición de la economía colaborativa, ha surgido el trabajo en plataformas digitales. Consiste en poner en contacto a usuarios interesados en ofrecer y recibir determinados servicios a través de programas informáticos (aplicaciones). El requisito para su prestación es disponer del equipamiento informático adecuado (hardware, red, software). A continuación, la oferta responde en línea a la demanda y se producen las transacciones. Una característica del trabajo de plataforma es que hay tres partes, es decir, la parte que encarga el trabajo (el cliente, el destinatario), el contratista (la persona que realiza el trabajo) y el propietario de la plataforma (el intermediario que cede el espacio virtual). El trabajo de plataforma también se define como una forma de contratar a un empleado que realiza un servicio para el cliente de su empleador utilizando plataformas en línea. Ejemplos de esta forma de actividad son las actividades de transporte (por ejemplo, Uber, Glovo) o la prestación de apoyo financiero, de traducción o de programación (por ejemplo, Fixly, Freelancer). Un papel importante lo desempeña la gestión algorítmica, que se convierte en un empleador virtual al distribuir las tareas, controlar su ejecución, evaluar la calidad y rendir cuentas financieras.
3. Empleo compartido
Con el fin de hacer un uso más eficiente de los recursos laborales, se está produciendo el fenómeno del empleo compartido, es decir, adoptar la solución de que un grupo de empleadores contrate conjuntamente a los trabajadores y se responsabilice de ellos. Las condiciones de trabajo y las responsabilidades mutuas suelen acordarse internamente entre estos empresarios. En la práctica, esta cooperación puede adoptar la forma de una cooperación estratégica, cuando se crea una red de agentes en la que los empleados se delegan mutuamente para llevar a cabo misiones específicas (únicas) con el fin de garantizar la continuidad del trabajo. De este modo se evitan los paros o que el empleo a tiempo parcial sea el más rentable, lo que no siempre satisface a los empleados, sobre todo cuando tienen un sistema de facturación por horas y desean aprovechar al máximo el tiempo del que depende su remuneración. Otra solución es el reparto ad hoc, cuando un empresario no puede proporcionar temporalmente trabajo a sus empleados y los envía a trabajar a otra empresa, tras acordar las condiciones de tal envío con el empresario de acogida. El contrato de trabajo se sigue manteniendo entre el empleador existente (el empleador de envío) y el empleado, y el empleador usuario sólo realiza tareas de supervisión organizativa y operativa relacionadas con la planificación, la asignación y el control de las actividades empresariales diarias. Con este acuerdo, se mantiene la relación laboral, a pesar de la ausencia de tareas para el empleado. Esta forma de cooperación es similar al trabajo temporal, pero no tiene el elemento comercial atribuido a la agencia, que se encarga de buscar personal para un encargo específico del cliente (empleador usuario).
4. Puesto de trabajo compartido
La idea esencial del puesto de trabajo compartido es la división de un mismo puesto de trabajo entre dos o más empleados que trabajan juntos a tiempo completo. Para un empleado individual, esto significa trabajar a tiempo parcial. El funcionamiento de un puesto de trabajo compartido implica también el necesario reparto de competencias, actividades y tiempo. No tiene por qué ser igualitario. La ventaja es la flexibilidad, sobre todo cuando los empleados quieren combinar asuntos profesionales y privados, pero el peligro es la dispersión de la responsabilidad por las tareas realizadas. Funciona bien como sistema de tutoría para que los empleados senior y junior trabajen juntos.
5. Gestión interina
El carácter atípico de esta forma de empleo reside en la participación de expertos especializados que se necesitan para una tarea específica o para resolver un problema concreto en la empresa. El elemento esencial es el conocimiento experto de la persona empleada, que gracias a su experiencia presta asistencia en caso de necesidad de ejecutar un proyecto, de aparición de un problema en un ámbito determinado o de necesidad de gestionar la empresa en situaciones difíciles (por ejemplo, crisis económica, reestructuración). La base jurídica es cualquier contrato acordado (elegido) por las partes, a menudo un contrato no laboral. A veces los empresarios acuerdan entre ellos utilizar la experiencia de un especialista que tienen y pueden prestarse mutuamente.
6. Trabajo a distancia
Debido al desarrollo de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones, ha proliferado el trabajo a distancia, que puede realizarse de forma permanente o parcial a distancia, fuera de la oficina principal del empresario. Por regla general, se trata del lugar de residencia del empleado, pero también las partes pueden indicar un telecentro, un locutorio, una oficina virtual. Una peculiaridad del trabajo a distancia es la utilización de medios de comunicación electrónicos para comunicar y enviar los resultados de las tareas realizadas. Se puede instruir si el empleado tiene las habilidades y capacidades técnicas y locales para realizar dicho trabajo y el tipo de trabajo lo permite. Los medios y materiales para el trabajo y el apoyo logístico corren a cargo del empresario. Sin embargo, no hay inconveniente en que el empleado utilice su propio equipo, siempre que ello permita respetar y proteger la información confidencial y otros secretos empresariales o personales protegidos, así como la información cuya divulgación podría exponer al empresario a perjuicios. Es importante acordar mutuamente las condiciones de cooperación. Normalmente se asume que el empresario es responsable de la salud y la seguridad del trabajo a distancia, así como de los accidentes durante este trabajo, pero en la medida en que estén relacionados con los medios o materiales proporcionados por el empresario, éste cubre los costes de instalación y mantenimiento de los equipos, así como el consumo de electricidad y los servicios de telecomunicaciones. Por otra parte, el trabajador puede estar obligado a llevar un registro de las actividades que realiza en el marco de su trabajo a distancia.
7. Trabajo basado en vales
El trabajo atípico puede consistir en una forma diferente de remunerar al trabajador. Un ejemplo es el trabajo a cambio de vales. Las partes celebran un contrato de trabajo que prevé que el trabajador reciba vales (dinero sin divisas) como remuneración, en lugar de un pago en efectivo. En la práctica, el empresario adquiere dicho vale en una entidad autorizada y liquida el trabajo realizado con este medio de pago. El trabajador puede canjearlo en cualquier momento por dinero en efectivo. Un elemento importante del vale es la inclusión de la seguridad social, que se transfiere a la cuenta individual del empleado. Estructuralmente, el trabajo por vales es similar a las diputaciones (pagos en especie, bienes en especie, por ejemplo, carbón para los mineros, leña para los silvicultores).
8. Trabajo de cartera
Un alto grado de flexibilidad se manifiesta en el trabajo de cartera, que realizan personas que valoran la libertad y la independencia. Por regla general, son autónomos con ingresos procedentes de diversas fuentes. No dependen de una sola entidad, sino que tienen muchos clientes a los que sirven. Organizan su propio trabajo, gestionan su propio negocio conciliando su vida profesional y privada, pero no gozan de derechos de asalariados y deben soportar todas las cargas (impuestos, seguros) y riesgos (principalmente económicos). Fijan los términos y condiciones de la cooperación, toman decisiones por su cuenta, crean su propia marca y son responsables de la calidad de su trabajo, disfrutan de un amplio abanico de opciones para nuevos retos y la combinación de diferentes habilidades. A los autónomos se les exige que sean proactivos, fiables y que se adapten constantemente a situaciones empresariales impredecibles y a las expectativas de los clientes. Por un lado, les gusta tener autonomía, pero, al mismo tiempo, son propensos a perder el equilibrio entre su vida laboral y personal y a sufrir los efectos negativos de la adicción al trabajo.
9. Empleo colaborativo
Una característica del empleo colaborativo es la cooperación entre autónomos, en la que a veces participan pequeños y medianos empresarios, que les permite dirigir juntos una empresa. En la mayoría de los casos, los autónomos se asocian con otros para eliminar las limitaciones derivadas del tamaño de su empresa y de su marginación profesional (aislamiento). De este modo, buscan reforzar su posición en el mercado. Una forma de empleo conjunto son las organizaciones paraguas, que apoyan y protegen a los profesionales, gestionan sus asuntos administrativos (por ejemplo, presentación de formularios, circulación de facturas), pero también les permiten mantener las principales características del trabajo por cuenta propia, como: independencia, autonomía. Sin embargo, las organizaciones paraguas no proporcionan estabilidad en el empleo ni protección social, aunque a veces ofrecen cierta seguridad. Otro tipo de empleo colaborativo es el coworking, es decir, realizar el trabajo individualmente, pero en grupo, en un espacio compartido con otros. Cada persona realiza sus tareas por separado, pero utiliza la infraestructura creada para todos. Las cooperativas también son una solución habitual, en las que los autónomos se asocian como miembros para intercambiar conocimientos y experiencias dentro de su campo de especialización, para transmitir información sobre las novedades del mercado, para reforzar el marketing.